lunes, 13 de diciembre de 2010

Show me the way to the next whisky bar...


A ver cómo era esto... sí, ya:
En el bar flotaba una neblina de humo. Estaba casi vacío salvo por el camarero que leía un periódico y ella, que estaba sentada en una esquina frente a su whisky on the rocks.
Era su primera noche en la ciudad y había salido a conocerla, pero al rato empezó a llover, así que se metió al primer bar que vio y allí pasó la tarde...

-Otra cerveza... no, mejor un whisky con hielo.

Ya debía de ser tarde, pero en ese bar el tiempo no pasaba y ella sólo se dedicaba a pensar en todo lo que había dejado atrás. Algunas lágrimas negras de maquillaje salían de sus ojos.
Apuró lo que quedaba en el vaso y salió a la calle. Había dejado de llover, el aire era fresco y a lo lejos se veía la ciudad, rascacielos como puntitos de luz, los coches pasando borrosos, reflejándose en los charcos, los papeles volaban. Miró al cielo, y en un claro de las nubes que se movían con el viento y el aire contaminado, vio la luna y algunas estrellas, tapadas por la luz de la ciudad.
Ahora aquél era su universo, no tenía nada más que ese cielo triste de gran ciudad.

Nothing is gonna change my world...


¡PAZ!



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